cERCA DEL RÍO, LA ORILLa que llama
Sentada sobre una piedra a la orilla del río
Siento como el agua se acerca poco a poco, escucho el suave susurro que hace al golpear con las piedras. El golpeteo constante se hace cada vez más familiar. Una voz se eleva suavemente y pronuncia mi nombre. Me apoyo y me elevo un poco, tratando de entender lo que intenta decirme
Un cosquilleo en la nuca, algo me invita a acercarme más, saber más. Una melodía que me envuelve, me seduce — toco el agua helada con la punta de mis dedos. El hormigueo se intensifica, un calor familiar invade mi cuerpo. Sin saber porqué, sumergí mis manos, mis brazos, mi cuerpo entero. El calor cubre cada centímetro de mi cuerpo, como un manto — me sentí protegida
Poco a poco me hundo, hasta hacerme una con el río — y allí me perdí
Sin volver, sin saber por qué, me fui con esa voz, su voz. Con quien quería estar — siempre
para ti, papá